Por Virginia Coronel
Delegación Catamarca
“Ante el loco, ante el delirante, no olvides que eres,
o que fuiste, analizante, y que también tú hablabas de lo que no existe»¹ .
J-A. Miller
Este neologismo es introducido por primera vez por el mismo Lacan en su Seminario 24
(1976/7), donde menciona que “habría que abrirse a la dimensión de la verdad como
variable, a lo que yo llamaré la varidad, con la “e” de variedad tragada.” ² Esta invención
es tomada por Miller en su curso “Todo el mundo es loco” (2008), para hacer referencia
a los discursos como formas de dominación, en tanto organizan un mundo que
conllevan el criterio de lo verdadero. La excepción es el discurso analítico, en tanto que,
comandado por el objeto a, no organiza nada, más bien deshace. Para éste valdría más
bien proclamarse como yo soy la varidad: “Sólo distribuyo verdades, solo le permito al
sujeto acceder a una verdad transitoria y fugaz, que será reemplazada por otra” ³ .
En efecto, si hay un universal para el psicoanálisis, un para todos, es el de la no
relación sexual. Un universal ubicado al nivel del trauma y frente al cual nos
encontramos con la multiplicidad de las respuestas singulares. Es por esto que Lacan
hace de brújula de su última enseñanza la frase “todo el mundo es loco, es decir,
delirante” 4 y marca así un viraje con la tesis inicial de la metáfora paterna, que trazaba
un clivaje entre neurosis y psicosis.
Todos deliramos para dar esa cuota de sentido al sin-sentido que nos marca como
sujetos del lenguaje. Ya sea un delirio común, avalado por el discurso del amo, o un
delirio privado… todos deliramos. Como menciona Miller: “Esta locura genérica y
general, o más bien universal, no es la psicosis. Esta es una categoría de la clínica con
la que tratamos de capturar algo que se inscribirá de todos modos en este universal. Es
una locura que es delirio y el delirio, en el fondo, ya comienza con el saber.” 5 Porque si la referencia está siempre vacía y no hay adecuación entre la palabra y la cosa, la
verdad en juego estará siempre en relación al decir.
Bajo la lupa de estas elucubraciones, me pregunto ¿qué lugar posible para el “todo el
mundo es loco” en la hegemonía actual de la Salud Mental?
La Salud Mental que no existe
Esta nominación se ha implementado como política de Estado para organizar el campo
de lo mental. Allí, se abre el gran libro de las clasificaciones que, de la mano del
discurso científico, intentan escribir una lengua epidemiológica única. El fin: clasificar
los síntomas a los fines de crear una frontera entre lo normal y lo patológico.
Sin embargo, como menciona Eric Laurent en “Psicoanálisis y Salud Mental” 6 , esto lejos
de reintegrar la enfermedad mental a la ciencia y clausurar el problema, hizo patente la
fabricación de nuevas normas para lo patológico. Porque el malestar en la cultura,
desde Freud, ha crecido en tales proporciones que no sólo el amo ha tenido que
movilizar nuevos recursos para clasificar a los sujetos, sino que también la dimensión
de respuesta ante el exceso que nos habita, ha ido tomando distintas formas. Es lo que,
desde el psicoanálisis, se propone leer como “la invención del síntoma” 7 , aquello que le
permite a cada uno taponar el agujero de lo imposible de decir. Cito a Eric Laurent: “Los
síntomas no harán más que florecer. Esta es la oportunidad del psicoanálisis para
demostrar que no tiene nada que ver con una psicoterapia. No supone ninguna psiquis
sino los cuerpos y su goce, así como las invenciones sintomáticas que consiguen
producir de su encuentro contingente con el parásito del lenguaje” […] 8.
Entonces, es que como si la “enfermedad mental” estuviera por todos lados. A tal punto
que, por ejemplo, el DSM ha incluido entre sus clasificaciones una llamada problemas
biográficos, en la cual incluye síntomas como nuevas normas de lo viviente. Esto no
hace más que ratificar la brújula propuesta por Lacan y concluir que la salud mental constituye en sí misma un delirio. Por el contrario, “el psicoanálisis se ocupa del goce,
de aquello que no está bajo el imperio de lo útil.” 9
¹ MILLER, J-A. (2011): “Ironía”, en Consecuencias Nº 7. 2011.
² LACAN, J. (1977): El Seminario. “Hacia un significante nuevo”, en Colofón Nº 25. Granada. 2005.
³ MILLER, J-A. (2008): “Todo el mundo es loco”. Buenos Aires. Paidós. 2015.
4 LACAN, J. “¡Lacan por Vincennes!”, en Lacaniana Nº 11. Buenos Aires. Grama. 2011.
5 MILLER, J-A. (2008): “Todo el mundo es loco”. Buenos Aires. Paidós. 2015.
6 LAURENT, E. (2014): “Psicoanálisis y Salud Mental”. Buenos Aires. Ed. Tres Haches. 2014.
7 MILLER, J. (1999): “Los inclasificables de la clínica psicoanalítica”. Buenos Aires. Ed. Paidós. 1999.
8 LAURENT, E. (2014): “Psicoanálisis y Salud Mental”. Buenos Aires. Ed. Tres Haches. 2014.
9 MILLER, J-A. (2016): “Un esfuerzo de poesía”. Buenos Aires. Paidós. 2016.