por Norma Alicia Sierra
AP EOL-AMP
San Luis
Ti-te-ta. La e de te, entre la i de ti y la a de ta
Michel Leiris, La regla del juego
A lo largo de su enseñanza, Lacan elabora distintas definiciones del inconsciente. Tomaré como referencia para este texto, un arco que iría desde una primera conceptualización el inconsciente está estructurado como un lenguaje1, hacia la que propone en el Seminario 20: […] el inconsciente es un saber, una habilidad, un savoir-faire con lalengua2. Teniendo en cuenta estas transformaciones, es necesario continuar interrogándonos qué introduce este neologismo que surge en el momento denominado por Miller como paradigma de la no relación3.
Lacan se va distanciando cada vez más radicalmente de la lingüística universitaria. Es entonces que, a partir de un lapsus, un chiste y un malentendido4 que se producen en una de las clases del seminario El saber del analista5, se gesta “lalangue”, un nuevo S1 lacaniano, con el cual se destaca la dimensión de goce en el primer tiempo de la constitución del sujeto.
De ese neologismo que surgió inesperadamente, Lacan hizo un concepto: […] la lengua, que, lo repito, voy a escribir de ahora en más en una sola palabra, y voy a justificar por qué. Pues bien, lalengua no tiene nada que ver con el diccionario, cualquiera que sea.6
Lalengua nos remite a una diferencia con respecto al concepto de lengua y lenguaje para la lingüística. Lalengua está ligada al goce, no a la comunicación, es decir al trauma que introduce la manera en que a cada uno […] le ha sido instilado un modo de hablar […]7, […] el aprendizaje que el sujeto sufrió de una lengua entre otras, que es para él lalengua […]8.
Me interesa destacar la perspectiva de la singularidad que aporta el concepto de lalengua […] para designar lo que es el asunto de cada quien […]9. Ese asunto es un asunto de goce, del goce de lalengua, y es un asunto de esta nueva dimensión del inconsciente, ya anticipada en Radiofonía: […] el inconsciente se articula con lo que del ser viviente viene al decir.10
Un recuerdo relatado por Leiris -destacado poeta surrealista-, nos enseña sobre su relación con lalengua a través de su escritura, a la que trató de mantener como un lenguaje dislocado, incluso bailado11, lo más cerca posible de lalengua y de su saber hacer con ella. Su feliz jaculatoria
¡…reusement!12 (…lizmente), es un recuerdo que indica su relación con la felicidad, pero también con la infelicidad que le produjo la corrección gramatical que cercenó su goce de lalengua. Experiencia que lo dejará en una posición de difícil reconciliación con eso que se había esbozado en el orden de la vida, cuando la madre le indica que debería decir heureusement (felizmente), y no, como él había dicho, reusement!13. Corrección que se impone con rigurosidad justo ahí, cuando el niño acababa de exclamar lizmente al tiempo que rescataba su soldadito preferido, ese que se encontraba al borde de una casi inevitable caída. Por un instante quedó confundido, presa de cierto vértigo, y un estallido de verdad le hace descubrir que había un modo de hablar, el del Otro, que había que decir las cosas como todo el mundo.
Leiris finaliza su relato diciendo: Pues esa palabra mal pronunciada, de la que llego a descubrir que no es en realidad lo que yo había creído hasta entonces, me lanzó a la condición de sentir oscuramente […] en qué el lenguaje articulado, tejido aracnoide de mis relaciones con los demás, me rebasa, empujando desde todas partes sus misteriosas antenas14.
Esta experiencia infantil lo llevó a una desgracia de vivir que casi lo condujo al suicidio, pero también a un breve análisis y a la construcción de una literatura que, como dice Laurent, es de un purismo extremo porque […] nunca más permitió que nadie le dijese: no, no, no se dice ‘lizmente’, se dice ‘felizmente’ […]15. A partir de entonces, solo él inventará los códigos y deformará sus usos.
El inconsciente, como savoire-faire con lalengua, es un inconsciente más cercano a la invención que al desciframiento, sin lo cual nada nuevo podría esperarse de un análisis. Un saber hacer que encontramos cuando alguien ha sabido leer su marca singular al final de su análisis, pero no solo, también podemos encontrar esas invenciones singulares del saber hacer con lalengua en el arte, como es el caso de la escritura de Leiris, una intersección a seguir investigando para dejarnos enseñar. Quizás un ejemplo actual de esta intersección, cercano a la subjetividad de nuestra época, pueda ser el que encontramos en la escritura de Val Flores, cuando escribe sobre su propia experiencia con la lengua y su equivocidad que remite al cuerpo, al goce y la palabra:
Una lengua cosida de relámpagos, con las puntadas de la impureza y la fragilidad, lacerada por el misterio y la insurgencia. […] Una lengua cosida de relámpagos para iluminar, fugaz y ardiente, ese silencio de niña y esa experiencia poética que vive en las suturas políticas de la carne.16
Modos singulares del saber hacer con lalengua, y de nombrar eso que surge a partir de lo indecible, de lo ilegible que nos habita a cada uno.
¹ LACAN, J. (1964). El Seminario libro 11: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, p. 28.
2 LACAN, J. (1992). El Seminario libro 20: Aún, Buenos Aires, Paidós, p. 167.
3 MILLER, J.-A. (2000). “Los seis paradigmas del goce”, en El lenguaje, aparato del goce. Conferencias en Nueva York y cursos en París. Buenos Aires, Colección Diva.
4 Cf. GODOY, C. (2016). Las resonancias de lalangue, p. 306. Dirección de enlace: https://www.aacademica.org/000-044/727.
5 Publicado en dos partes: las primeras tres clases en Hablo a las paredes, y las últimas cuatro forman parte del Seminario libro 19 …o peor.
6 LACAN, J. (2012). “Saber, ignorancia, verdad y goce”, en Hablo a las paredes, Buenos Aires, Paidós, p. 23.
7 Cf. LACAN, J. (2001). “Conferencia en Ginebra sobre el síntoma”, en Intervenciones y Textos 2, Buenos Aires, Manantial.
8 LACAN, J. (1977). “Hacia un significante nuevo”, en Revista Lacaniana Año XIII Nº 25, noviembre de 2018. Buenos Aires, Grama.
9 Ídem 2, p. 166.
10 LACAN, J. (2012). “Radiofonía”, en Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, p. 449.
11 MILLER, J.-A. (2000), “Lo escrito en la palabra”, en El lenguaje, aparato del goce. Conferencias en Nueva York y cursos en París. Buenos Aires, Diva, p. 91.
12 LEIRIS, M. (1991). “¡…Reusement!”, en Rules of the game, volume 1, Scratches. Translated by Lydia Davis. The Johns Hopkins University Press, Baltimore and London, p. 5.
13 Ídem.
14 Ídem, p. 6.
15 LAURENT, E. (2002). Síntoma y nominación, Buenos Aires, Diva, p. 169.
16 FLORES, V. (2019). Una lengua cosida de relámpagos, Buenos Aires, Hekht, pp. 36-38.