por Gustavo Moreno
AP EOL AMP
Coordinador EOL Delegación Mendoza
Interlocutor IOM2 Delegación Catamarca
Responder a la consigna que la rúbrica en sí implica, y ser invitado a escribir por el Directorio de Intersección, en un número con este título, acerca de la creación de la EOL Delegación Mendoza, me remite por muchas vías al Witz. Me hace pasar de forma ineludible por el chiste, ya que el acontecimiento de Escuela al que debo aludir exige un ejercicio narrativo particular. La fuerte implicancia que me atravesó en esa ocasión no me permite jugar ni un ápice a la falacia del cronista externo, o siquiera al ejercicio lúdico de quien se permite el relatar, desde un vértice inédito, un suceso. La invitación, hoy, transcurrido poco más que un año, me convoca a darle un nuevo borde a lo vivido con Nuevo Cuyo como destinatario.
Si se conjuga:
-el recorrido previo compartido en la órbita del Instituto,
-la sorpresa al tomar noticia de la apuesta del Consejo Estatutario a que la Escuela en Mendoza pudiera acontecer,
-el intenso trabajo que implicó el llamado “Movimiento hacia la EOL en Mendoza”,
-la atención y cuidado que exigían las complejas condiciones materiales y tecnológicas para la realización de la ceremonia, entonces se puede intuir algo del cóctel que le daba a todo lo que acontecía una especie de atmósfera de irrealidad. Un tipo de escenificación onírica en la que el cuerpo afectado, emocionado y conmocionado a la vez, era el que con sus estremecimientos imponía emerger a un breve despertar. La seriedad de lo que no engaña.
La invitación me remite al chiste, en tanto invita a partir del “dónde estuviste”, a hacer pasar a partir del relato, algo de las cosquillas de lo que en el momento del “estando” se atravesó como cercano a la parrilla. El Witz es eso esencialmente, tramitación de una satisfacción pulsional que a causa de la defensa no hace lazo, y, vía el pasaje por el otro, logra la apertura de una vía de satisfacción de tinte episódico y novedoso.
En la invitación a la escritura hicieron referencia a mi mención en el acontecimiento en cuestión al chiste freudiano y su relación a la Escuela sugiriéndome que me explayara. Elegí, al tomar la palabra en esa ocasión, evocar el título desde el que convocaba la EOL Sección Córdoba a sus jornadas anuales, a saber: “¿Cómo te lo digo?” En su medio decir, creía que lograba rozar algo de la dificultad en sostener la enunciación en un acontecimiento inédito, me permitía remarcar la relación de la nueva instancia de Escuela con/en la EOL y sus secciones, y a la vez, me ayudaba a saltar el abismo que el silencio previo constituía, poniendo en acto lo que hacía posible tomar la palabra: un chiste. Un chiste con su consecuente aflojamiento de la constricción superyoica, y con su efecto de satisfacción, abría esa posibilidad.
La Escuela, núcleo de la elaboración colectiva que apuesta a que haya psicoanálisis en el mundo, paradójicamente puede existir en la medida que se sostiene el principio de que “no hay enunciación colectiva”. Para lo cual sólo hay Escuela cuando cada uno puede sostener la propia enunciación, y cuando se logra alojar lo opaco y disgregante de cada enunciación. En este punto, se intenta sostener un lazo entre analistas que va a contrapelo del efecto sugestivo y de dominación que los otros discursos promueven. Una Escuela recostada del lado del Ideal y del imperativo superyoico, se vuelve mortificante y aplasta toda posible emergencia de la enunciación. Se vuelve una Escuela de coros, estribillos y silencios. Una Escuela recostada del lado del Witz, acoge la modalidad singular con la cual, cada quien que toma la palabra, se abre camino para poder sostener su enunciación. Una Escuela que se orienta por la estructura del pasaje que el chiste permite, se torna algo serio.
Remontado a ese 13 de abril de 2022, y considerando la política que la Escuela explicitó luego en relación al IOM2, se abre un inmenso abanico de posibilidades en nuestras ciudades. Se puede ubicar claramente una pregunta que hoy nos atraviesa: ¿A partir de qué modalidad resulta posible la presencia de la Escuela en cada una de las ciudades del Nuevo Cuyo? La vuelta que me invitó a dar el “dónde estuviste”, me ayuda a despejar la idea que en ese movimiento hacia la Escuela la perspectiva del Witz-enunciación resulta mucho más propicio que las vertientes Idealizadas y/o Superyoicas que impotentizan confinando al silencio o a la repetición de enunciados.
