por Prof. Lic. Silvina Bruno
Prof. de Inglés
Lic. en Literatura Infantil y Juvenil
Mendoza
Still, you know, words mean
more than we mean to express when we use them;
so a whole book ought to mean
a great deal more than the writer means.
Lewis Carroll
Sin embargo, sabes, las palabras significan
más de lo que queremos significar cuando los usamos;
por lo que un libro completo debería significar
mucho más de lo que el escritor quiere decir.
Lewis Carroll
¿Por qué quienes releemos Alicia en el país de las Maravillas sentimos en cada vuelta al texto la sensación de fascinación y desconcierto que nos produjo la primera vez? Ciertamente, con cada asomo, Alicia nos desorienta, sacude nuestras seguridades y nos sumerge en un mundo de caos que profana las verdades y las certezas de nuestro mundo real. Entonces, ¿por qué el sinsentido nos inspira una atención tan fascinada y por qué, cuando esto sucede, crea más que sentido? Ante tales interrogantes, en este artículo intentaremos penetrar algunos enigmas que subyacen en el entramado del sinsentido literario de Alicia en el país de las Maravillas para analizar cómo esta genial obra de Lewis Carroll es una fuente de introspección respecto del funcionamiento de una lengua.
El mundo del sinsentido es verbal, nos dice Wim Tigges1. En lo concerniente a este género literario, podemos afirmar que el lenguaje crea realidades, más que las representa. De allí que Carroll pueda dar vuelta nuestros presupuestos sobre la interacción comunicativa humana, nuestras capacidades pragmáticas. Esta naturaleza subversiva del sinsentido tiene la particularidad de transgredir el sentido, al mismo tiempo que es vital para poder producirlo. En consecuencia, para ser capaces de analizar lo que sucede con el lenguaje como sistema de comunicación en el mundo que recorre Alicia, se hace necesario conocer cómo se produce la desestabilización de los procesos de construcción de sentido.
Al comienzo de Alicia, el narrador nos presenta una niña que conoce las convenciones del lenguaje y del mundo. Porque para Alicia el lenguaje es como ‘un libro de reglas’; si uno usa las palabras apropiadas y sigue las convenciones apropiadas, uno debe tener éxito2. Al caer por la madriguera del conejo, la niña ingresa a un reino completamente distinto del suyo, al que debe enfrentar con las estrategias propias de nuestro mundo. Este país está caracterizado por la arbitrariedad en lo lingüístico; es decir, que Alicia ingresa al mundo metonímico del lenguaje, tal como lo señala Terry Eagleton3. En este metonímico País de las Maravillas que recorre la viajera, signos y objetos son desplazados por otros a través de un proceso de metamorfosis.4 Tomemos como muestra el episodio en el que las lágrimas de Alicia se convierten en una especie de río:
“You ought to be ashamed of yourself,” said Alice, “a great girl like you,” (she might well say this), “to go on crying in this way! Stop this moment, I tell you!” But she went on all the same, shedding gallons of tears, until there was a large pool all round her, about four inches deep and reaching half down the hall.5(21)
— ¡Vergüenza debería darte llorar de esta manera! —se dijo Alicia—. ¡Una niña tan grande! —(bien podía hablar así)—. ¡Basta ya, te lo ordeno! Pero siguió llorando litros y litros de lágrimas, como si nada, hasta formar alrededor un gran charco de unos diez centímetros de profundidad, que cubrió la mitad de la habitación.6 (18)
Otro ejemplo claro de desplazamiento a través de metamorfosis se presenta en el capítulo VI, en el que Alicia acuna en sus brazos un bebé que, al ser mecido, va transformándose en un cerdo.
“Here! you may nurse it a bit, if you like!” the Duchess said to Alice, flinging the baby at her […] The baby grunted again, and Alice looked very anxiously into its face to see what was the matter with it. There could be no doubt that it had a very turn-up nose, much more like a snout than a real nose; also, its eyes were getting extremely small for a baby…
[…] when it grunted again, so violently, that she looked down into its face in some alarm. This time there could be no mistake about it: it was neither more nor less than a pig (62- 63)
—¡Toma! Puedes mecerlo, si quieres— le dijo la Duquesa a Alicia arrojándole al bebé en los brazos […] El bebé volvió a gruñir y Alicia lo miró con atención para saber qué le ocurría. Definitivamente el niño tenía una nariz muy respingada, más parecida a un hocico que a una nariz. Además, sus ojos eran demasiado pequeños para ser los de un bebé. […] En ese instante, la criatura gruñó de nuevo con tanta fuerza que Alicia lo miró a la cara con preocupación. Esta vez, no cabía dudas: se trataba, ni más ni menos, que de un cerdo. (91- 92)
Alicia aterriza en el País de las Maravillas y descubre que las reglas del lenguaje del mundo real ya no le dan seguridad ni certezas; es decir que en este lugar subterráneo se encuentra en un estado de incertidumbre epistemológica7. Es que, en vez de preocuparse por el sentido de las palabras en el contexto en el que se producen, Carroll las libera y las convierte en etiquetas vacías, tal como nos lo anticipa cuando la protagonista, mientras va cayendo por la madriguera del conejo, toma en sus manos un frasco rotulado MERMELADA DE NARANJAS, que no contiene lo prometido. She took down a jar from one of the shelves as she passed; it was labelled “ORANGE MARMALADE”, but to her great disappointment it was empty. (13) [Al pasar por uno de los estantes, cogió un tarro con una etiqueta que decía: MERMELADA DE NARANJA pero qué desencanto: estaba vacío. (8)]
Podríamos afirmar que este frasco etiquetado y vacío indica metafóricamente que Alicia y nosotros hemos ingresado en un mundo donde existen significantes sin significados, donde los significados no son estables, por lo que se hace imposible fijarlos a un texto. Tomemos como ejemplo la palabra draw, utilizada en el diálogo que se produce entre Alicia y el Lirón, a propósito de la historia que él le cuenta sobre tres hermanas que vivían en el fondo de un pozo:
“And so these three little sisters—they were learning to draw, you know—”
“What did they draw?” said Alice, quite forgetting her promise.
“Treacle,” said the Dormouse, without considering at all this time.8 (76)
Si buscamos el significado de la palabra draw en el diccionario encontramos, entre otras acepciones, las siguientes que nos interesan: sacar, extraer, por un lado, y dibujar, trazar, por otro. Alicia interpreta el verbo en un sentido artístico, en tanto que el lirón da a la palabra la acepción de poner algo fuera del lugar donde estaba encerrado o contenido. Como vemos, el Lirón no respeta contextos y por eso describe, no ya la historia de las tres hermanas, sino una relación entre palabras y sus significados.
Ahora bien, podemos afirmar que interpretar o procesar apropiadamente el lenguaje en contexto requiere no solo de la asignación exitosa de sentido, sino también de la referencia. Esto se hace necesario, aun cuando las palabras exhiban una correcta gramaticalidad. Y es que la referencia depende del contexto, aunque tiene una base fuerte estructural y semántica, como apunta Laura Hidalgo.9 Es justamente a partir del quebrantamiento a estos presupuestos que Carroll crea sinsentido. Ilustraré el tema con la primera y tercera estrofas del poema que el Conejo Blanco lee al Rey / Juez como evidencia del robo de las tartas de la Reina:
“They told me you had been to her,
And mentioned me to him:
She gave me a good character,
But said I could not swim.
[…]
I gave her one, they gave him two,
You gave us three or more;
They all returned from him to you,
Though they were mine before. (122)
Me cuentan que fuiste a verla
y que hablaste de mí con él:
dijo de mí cosas buenas,
aunque no nade muy bien.
[…]
Le di a ella uno, a él le dieron dos,
Tu nos diste tres o más;
Volvió después a tus manos,
Lo que antes fue de mi propiedad. (186)
Por la gran dificultad de establecer un contexto que rodee al poema (el papel donde está escrito fue encontrado en el suelo, no tiene remitente ni destinatario), es imposible determinar con precisión a qué se refiere cuando menciona los pronombres I (yo), me (a mí, productor del texto), you (tú, destinatario), así como también they (ellos), she (ella), him (a él), her (a ella), us (a nosotros); o la referencia temporal before (antes). Como vemos, en este poema no se cumple el principio de continuidad de la información, que debe garantizarse para que se dé la referencia. Recordemos que la cohesión descansa en la continuidad de referencia, por la cual una cosa entra en el discurso una segunda vez10. Aunque para los habitantes del País de las Maravillas el texto incriminatorio tiene sentido, por lo que pueden hacer varias deducciones que les permiten determinar quién fue el ladrón y encontrar las tartas, Alicia declara que ella (I está remarcado en el texto) no ve el más mínimo significado en lo leído: I don’t believe there’s an atom of meaning in it. (122) (A mí me parece que eso no tiene ni un ápice de sentido. (188)).
Al indagar en solo algunos de los muchos y ricos juegos con el lenguaje que nos propone Lewis Carroll, comprobamos cómo el autor derriba nuestras suposiciones sobre la interacción comunicativa humana; es decir, nuestras capacidades pragmáticas11. Al enfrentarnos con la naturaleza caótica del lenguaje, Carroll nos posiciona frente a la idea de que nuestras reglas de interacción no son las únicas posibles y se burla de la pretensión de que nuestras normas tengan sentido por derecho propio. La invitación a seguir indagando queda abierta; después de todo, el propio Lewis Carroll nos recuerda que whatever good meanings are in the book, I’m glad to accept as the meaning of the book (cualquier buen significado que haya en el libro, me alegra aceptarlo como el significado del libro).
¹ TIGGES, W. (1988). An Anatomy of Literary Nonsense, Amsterdam: Rodopi, pág.73.
2 EDEN, L. S. (1975). The Nonsense Literature of Edward Lear and Lewis Carroll, Unpublished PhD Dissertation. Ohio: The Ohio State University, pág. 89.
3 EAGLETON, T. (1989) Literary Theory: An Introduction, Minneapolis: UMP, pág. 145.
4 FARR, B. (1991). Deconstructing Alice’s ‘Wonderlands’: The non-sense of nonsense? pág. 11.
5 Las citas en inglés pertenecen a Gardner, M. (2000). The Annotated Alice. Definitive Edition. NewYork, London: Norton.
6 Las citas en castellano corresponden a: Carroll, Lewis (2015). Alicia en el País de las Maravillas. Traducción de Ignacio Padilla. México: FCE.
El número de la página se consignará al final de cada cita.
7 FARR. Op cit. Pág.12.
8 Esta cita no está traducida, ya que en la traducción pierde el juego de palabras.
9 HIDALGO DOWNING, L. “Alice in Pragmaticland: Reference, Deixisand the Delimitation of Text Worlds in Lewis Carroll’s AliceBooks”, pág.109. https://webs.ucm.es/info/circulo/no2/hidalgo.htm
10 HALLIDAY, M. A. K. (1982). El lenguaje como semiótica social. La interpretación social del lenguaje y del significado. México D.F.:FCE.
11 DODGSONCOLLINGWOOD, S. (2007). The Life and Letters of Lewis Carroll, Middlesex: The Echo Library, pág. 44.