LALANGUE Y LAS OLAS

por María Andrea Romero
Delegación La Rioja

La interpretación analítica no está hecha para ser comprendida; está hecha para producir olas1.

Intentaré dar cuenta de esta afirmación ética considerándola desde lalangue.

Un modo de hablar

A la palabra “palabra”, la sustituí por la palabra “significante”; y eso significa que este se presta a equívoco, es decir que tiene siempre varias significaciones posibles. 2 Esto solo puede responder a la consideración del lenguaje y sus vueltas lenguajeras. El inconsciente está estructurado como un lenguaje. Con una reserva: lo que crea la estructura es la manera por la cual emerge el lenguaje al comienzo en un ser humano. Esto es, en último análisis, lo que nos permite hablar de estructura. […] al tratar a los sujetos que vienen a nosotros. A veces han conservado la memoria de un primer lenguaje, diferente de aquel que han terminado hablando.3

Este primer acceso a la lengua, llamado de modo equívoco lalangue, tiene su fuente en la manera en la que un sujeto fue hablado, […] el modo en que se le ha instilado un modo de hablar ¨[…].4 Lalengua nos afecta primero por todos los efectos que encierra y que son afectos.5 

Afectos efectos del laleo, afectos que se derivan de las primeras improntas, marcas libidinales de la modalidad de haber sido acogido o no por los padres. Así, para el psicoanálisis, es necesario situar el modo en que un hablar singular resuena y deja marcas de goce en un cuerpo. […] las así llamadas fases oral, anal e incluso urinaria están demasiado profundamente mezcladas con la adquisición del lenguaje, que el aprendizaje de la higiene, por ejemplo, está manifiestamente anclado en la concepción que tiene la madre de lo que ella espera del niño — especialmente los excrementos—lo que hace que, fundamentalmente, es alrededor del primerísimo aprendizaje del niño que giran todas las etapas de lo que Freud, con su prodigioso insight, llama sexualidad […]6

Un modo de gozar

En un psicoanálisis buscamos esas marcas, esa resonancia en el cuerpo y la manera de abordarlo es vía la interpretación que apunte al equívoco. Se trata del forzamiento por donde un psicoanalista puede hacer sonar otra cosa que el sentido7, ya que el sentido adormece y sólo nos despierta aquello que no entendemos. Apuntar a la potencia equívoca es asumir que lalangue, cualquiera sea, es una obscenidad8, estamos frente a los significantes sueltos que son el soporte de toda poesía. Para que un decir produzca olas […] preciso que el cuerpo sea sensible a ello.9 La apuesta del psicoanalista es situar al inconsciente como tejido10 donde pasamos de la consideración del artificio que la estructura del lenguaje implica (construcción secundaria con potencia de ficción) a pensar que la relación entre las palabras y el cuerpo son más bien del lado de la fijación, es afirmar que […] las pulsiones son el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir.11

Un psicoanálisis orientado por lo real ha de tomar aquello que a modo de ecos y olas resuenan…la temporalidad es ahí un asunto subjetivo. Así una interpretación puede resultar inolvidable y traer una y otra vez una significación, y cada vez es una ola nueva. El artista se anticipa al inconsciente:  contamos con La Gran Ola de Kanagawa, una estampa famosa japonesa del pintor Katsushika Hokusai  que nos lleva a pensar en el instante mismo en que algo está por ocurrir12 ella ahí inmensa, tan benevolente como peligrosa, evocando la materia viva de la lengua. La moterialidad del lenguaje nos evoca que la naturaleza del inconsciente no es ontológica, sino ética. Apuesta ética donde lo real del inconsciente devela su faz de goce. Donde los ecos y las olas suceden, nos resta saber que cierto modo de gozar absolutamente singular los determina.


¹ LACAN, J. (1975) Yale University, 24 de noviembre de 1975, charla con los estudiantes. Inédito.
2
Ibídem.
3
LACAN, J. (1975) Yale University, Kanzer seminar, 24 de noviembre de 1975. Inédito.
4
 LACAN, J. (1975) Conferencia en Ginebra sobre el síntoma, en Intervenciones y textos 2, Manantial, Buenos Aires, 1989.
5
LACAN, J. (1972-1973) El seminario, libro 20, Aún. Editorial Paidós, p.168.
6
LACAN, J. (1975) Yale University, 24 de noviembre de 1975, charla con los estudiantes. Inédito.
7
LACAN, J. (1976-1977) 19-4-77.  L´ insu que sait de l´ une-bévue S´ aile à mourre, inédito.
8
Ibídem.
9
LACAN, J., (1975-1976) El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Bs. As., 2008, p.18.
10
 LAURENT, E., Hablar con su síntoma, hablar con su cuerpo, VI ENAPOL, http://www.enapol.com/pt/template.php?file=Argumento/Hablar-con-el-propio-sintoma_Eric-Laurent.html
11
LACAN, J., (1975-1976) El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Bs. As., 2008, p.18.
12
 “El dibujo de la ola es una especie de versión divinizada del mar hecha por un pintor que vivió el terror religioso del océano abrumador rodeando por completo su país; impresiona por la súbita furia de su salto a través del cielo, por el azul profundo del lado interno de su curvatura, por el salpicar de su cresta que desparrama un rocío de pequeñas gotas en forma de garras de animales” Edmond de Goncourt. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/La_gran_ola_de_Kanagawa?wprov=sfti1