LA VOZ INFINITA EN ROBERT SCHUMANN

por Lilian Giubetich
ACEP – CID Mendoza

“Los fenómenos en juego en la alucinación verbal, manifiestan en su estructura
misma la relación de eco interior en que está el sujeto respecto a su propio
discurso” ¹

Sabemos que Lacan produce una ruptura con el concepto tradicional de la psiquiatría sobre la alucinación, en tanto supone un sujeto unificante de la percepción.

El perceptum tiene la estructura del lenguaje en tanto incluye a la palabra, y en tal sentido, el percipiens es dividido por el significante y su ley, siendo la represión su condición.

Lacan en “De una cuestión preliminar…” ² explica que la alucinación verbal muestra que es un error considerarla como auditiva por naturaleza, cuando es concebible en última instancia, que no lo sea en ningún grado (por ejemplo, en el caso de sordo mudos) y nos muestra que no es único, sino dividido y alternante.

Así, la voz de la alucinación no es un error de la percepción, sino la expresión misma de la estructura y el modo en que el sujeto es atravesado por la castración.

Entonces no se trata de pedirle al percipiens explicaciones sobre su error sino de interrogarse por la estructura del perceptum, en tanto se trata de la estructura del lenguaje.

Miller dice: “La instancia de la voz merece inscribirse como tercera entre la función de la palabra y el campo del lenguaje” ³ la palabra anuda uno al otro el significado, o mejor dicho lo “a significar”, lo que es a significar y el significante; y este anudamiento implica siempre un tercer término, que es de la voz.

Es decir la voz es todo lo que del significante no participa del efecto de significación.

La instancia de la voz está siempre presente desde el momento que mi posición debe marcarse en relación a una cadena significante, en la medida en que esta cadena significante se mantiene siempre en relación con el objeto indecible.

La voz es exactamente lo que no puede decirse.

Está hecha justamente de un vaciado de la sustancia sonora. Se podría decir que el vaciado de la sustancia es una de las características constantes del objeto a, en tanto supone el elemento de separación.

En la psicosis, las voces audibles de la alucinación ejemplifican el modo en que el objeto voz se manifiesta bajo una forma separada con un carácter de exterioridad respecto al sujeto.

El eco interior de Schumann

Compositor alemán nacido en 1810. Tanto su vida como su obra lo convierten en uno de los paradigmas del Romanticismo musical alemán. Fue uno de los fundadores filosóficos y estéticos del Romanticismo, un crítico y doctrinario musical.

Hijo de un librero, la literatura y la música compartieron sus inquietudes artísticas durante su juventud, hasta el punto de dudar entre ambas vocaciones.

Su obra supone una de las cumbres del Romanticismo y destaca por el espléndido tratamiento del piano y de la voz. En los lieds no sólo inventa sonidos «que no había hasta ese momento» sino que usa como nadie, hasta entonces, el silencio como recurso expresivo.

A sus 23 de años se ve imposibilitado de tocar el piano por una lesión irreversible en su mano, precedida de dolores en un brazo, parálisis de la mano derecha, cuyo dedo índice quedó inservible para siempre, acompañada de estados de melancolía y sensaciones de ahogo y vértigo.

Luego de trasladarse con su familia a Dusseldorf para desempeñarse como director musical de la Orquesta Municipal, comienza a escuchar con más frecuencia ruidos insoportables que lo invadían y que le impedían trabajar, componer y movilizarse. Dichos períodos se repetían con más frecuencia y la única solución que encontraba era aislarse, golpear su cabeza y aplacarlo con opiáceos.

Su diario de época semeja un parte médico: “insomnio, depresiones, inhibiciones del habla constantes y ‘raras infecciones de oído».

Finalmente, en 1854 Robert pide ingresar voluntariamente en Endenich después de haberse arrojado al Rin y haber sido rescatado por unos pescadores, y allí muere dos años después.

Las notas de su esposa, Clara Schumann, decían: “Desde hace días sufre alucinaciones, creía escuchar voces angelicales que más tarde se convertían en voces demoníacas con música horrorosa, anunciándole que es un pecador y que van a tirarle al infierno».

¿Cómo es posible que en la genialidad de un sujeto que traducía el sonido en un lenguaje musical singular y complejo, la música posible de crearse, se transformara en ruidos insoportables?

En 1839 Schumann compone la Humoresca para piano op. 20 y en veinticuatro compases aparece un tercer sistema –entre los dos sistemas para la mano derecha e izquierda-, está escrita una “voz interna”. La cual no se interpreta, no sólo porque es técnicamente imposible, sino porque esa melodía ya está escrita en la mano derecha pero una octava más aguda.

partitura schumann002

Humoresca en si bemol mayor Op,20 R. Schumann

Esa voz interna rueda, circula, se mueve entre su música. Y en fases de su vida esa voz, que va más lejos que el objeto a, se escucha desde lo real del cuerpo.

“La voz áfona es la que emerge en la psicosis como audible” 4 dice Lacan en Breve discurso de los psiquiatras. Aspecto desestructurante de la psicosis como fenómeno de retorno en lo real.

La forclusión del Nombre del Padre implica una perturbación que conmociona ese marco imaginario y presenta como consecuencia, entre otras cosas, la alucinación verbal.

La cadena significante se impone al sujeto en su dimensión de voz y claramente ese retorno en lo real lo desengancha del Otro: a saber, la música.

Se produce una ruptura de la continuidad de la cadena significante y un rechazo en lo real. En la medida en que un trozo de cadena significante quebrada no puede ser asumida por el sujeto, pasa a lo real y se le asigna al Otro.

La cadena significante implica una voz, pero que ya no tiene cualidad sensorial alguna: es una voz áfona, intrínseca a la cadena significante.

Es la voz que el sujeto escucha “desde lo real del cuerpo” al retornar el significante desde lo real.

Se trata de voces inmateriales en lo sonoro pero reales para el sujeto, es aquello de lo cual el sujeto no puede dudar. 5

Ese eco interior que se amplifica, que no está contenido por el marco de un fantasma, que se presentifica y dice lo indecible.

“Entre teoría y praxis, norma y ejemplo, regla y libertad, queda siempre un abismo infinito y quizás sea justo este abismo más valioso que el conjunto”.

R. Schumann (colección de lemas)


¹ LACAN, J. El Seminario 3 Las Psicosis. Buenos Aires, Ed. Paidós, 2015. pág. 231.
² LACAN, J. De una cuestión preliminar acerca de todo tratamiento posible en la psicosis. En: Escritos 2. Buenos Aires, Ed. Siglo veintiuno, 1988.
³ MILLER, J. Jaques Lacan y la voz. En: Colección orientación Lacaniana, EOL, Buenos Aires, 1997.

4 LACAN, J. “Breve discurso de los psiquiatras” 10 de noviembre de 1967. Inédito, pág. 173.
5 MILLER, J. “Jaques Lacan y la voz”. En: Colección orientación Lacaniana, EOL, Buenos Aires, 1997.

BIBLIOGRAFÍA


– GECK, M. Robert Schumann, Hombre y músico del Romanticismo. España, Ed. Alianza Música, 2004.
– LACAN, J. De una cuestión preliminar acerca de todo tratamiento posible en la psicosis. En: Escritos 2. Buenos Aires, Ed. Siglo veintiuno, 1988.
– LACAN, J. “Breve discurso de los psiquiatras” 10 de noviembre de 1967. Inédito.
– LACAN, J. El Seminario 3. Las Psicosis. Buenos Aires. Ed. Paidós, 2015.
– MILLER, J. “Jaques Lacan y la voz” En: Colección orientación Lacaniana, EOL, Buenos Aires. 1997.
– MILLER, J. Todo el mundo es loco. Buenos Aires. Ed. Paidós, 2015.
– MAZZUCA, R. “Valor clínico de los fenómenos perceptivos” Seminario. Impresora del Plata, Buenos Aires, 2004.

 


https://youtu.be/5bi0R17MYD0

Humoreske en Si bemol mayor op20


 

Concierto para piano y orquesta Op 54 en La menor