Historizar la infancia. Alojar lo imposible

por Sofía Zulliani
Grupo en Formación Catamarca-IOM2

¿A que nos referimos cuando hablamos de “infancia”? Este es un término que ha
variado mucho a lo largo de la historia, a pesar de ser una categoría relativamente
nueva para hablar de cierto segmento social: los niños. Además, las acepciones
de infancia de cada periodo no son casuales, sino que responden a ciertos
intereses políticos, sociales, religiosos, etc. A su vez, las definiciones que se le
dan al término influyen directamente en las políticas y legislaciones que regulan
las prácticas de cada momento. Por estos motivos, es importante poder “leer” ¹,
como analistas, el contexto histórico, cultural y familiar de cada niño, dado que
este atraviesa las posibilidades de subjetivación de cada uno.

Destacaré solo algunos hitos que evidencian lo anterior: previamente al
Renacimiento, el niño, en tanto tal, no era reconocido, era víctima de variadas
formas de rechazo, incluyendo el infanticidio, que no estaba penado por ley y no
era una categoría diferenciada del adulto o que mereciera tratos especiales. A
partir del Renacimiento, imprenta mediante, la iglesia propició el reconocimiento
del niño y la relación afectiva mutua entre madre e hijo. Pero es en el siglo XIX,
con el avance de la Modernidad, cuando se produce un giro radical respecto a la
acepción de la niñez: en relación con la necesidad de educar y capacitar niños y
jóvenes para el futuro productivo marcado por la “revolución industrial” ². Es así
que se puede situar cómo los niños se sujetan a las significaciones que los adultos
de cada época les otorgan.

Actualmente, podemos pensar que hay en nuestra época (con el avance de la
tecnociencia y el capitalismo) un empuje al goce anónimo, que deja muchas veces
a los niños presos del mercado de consumo: consumidores incansables de objetos
y pantallas o consumidos como bienes de intercambio ³. ¿Cómo posicionarnos
frente a esto?

Pensar en “los niños” o “las infancias” poco nos dice de cada niño en particular.
Frente a esto la ciencia podrá hacerse la distraída, pero no lo hace el analista. Es
Lacan quien nos enseña que hablar de “niño generalizado” 4 es dejarlo sin
palabra, sin responsabilidad. Y nos transfiere a una escucha más allá del ideal y la
completud (que plantea el mercado), orientados por los tres registros R-I-S. Vale
pensar entonces, ¿qué es lo que segrega el discurso de la ciencia? El cuerpo en
tanto real, y es eso lo que aloja el analista, apuntando a que el sujeto también le
dé lugar. Es así como lo que los demás discursos resisten, retorna y puede ser
escuchado (en el mejor de los casos) por un analista.

Hacer un lugar a lo real del cuerpo es alojar sus marcas singulares, posibilitar que
el sujeto se responsabilice de su modo de gozar, sea niño o adulto, y vehiculizar
un “tratamiento de lo real mediante lo simbólico” 5. Con la angustia como brújula
y advertidos de que hay un resto imposible de reintegrar, no buscamos la
“normalización” del niño, ni su adaptación a la lógica del mercado, sino la
implicación para “lograr efectos de vivificación en el cuerpo”. Desde el despegue
del ideal o del objeto de desecho (del empuje de lo social) hacia un sujeto que
toma posición, que puede elegir, que puede decir que no, dibujando la
responsabilización de su goce en juego, de su enunciación. Esto implica, tal cual
nos muestra Lacan, “arribar a un deseo que no sea anónimo” 6. Y esto no es
posible sin el deseo del analista 7.


¹ Miller, J (2011). Leer un síntoma. Disponible en:
http://revistaenlaces.com.ar/archivos/enlaces_y/la_escuela/Leer_un_sintoma-J_A_Miller.pdf

² Levín, R. (1995). El psicoanálisis y su relación con la historia de la
infancia. Psicoanálisis APdeBA – Vol. XVII – Nº 3.

³ Tendlarz, S. (2000). Comentario del libro El niño globalizado.
Segregación y violencia de Ana-Ruth Najles. ed. Plural, Bolivia, 2000.

4 Lacan, J. (1967). Discurso de clausura de las Jornadas sobre las Psicosis
en el niño. Otros escritos, Paidós, Bs. As. 2016.
5 Lacan, J (1963). Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.
Seminario 11, Paidós, Bs. As, 1995.
6 Lacan, J. (1969). Notas sobre el niño. Otros escritos, Paidós, Bs. As.
2016.

Lacan, J. (1962-3). La angustia. Seminario 10, Paidós, Bs. As, 2006.