Animales Sueltos

Luis Scafatti
Artista Plástico
Mendoza
Animales Sueltos Scafatti

En primer lugar queremos agradecer la autorización a publicar Animales sueltos en este número de Intersección -Boletín Virtual de las Bibliotecas de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana en Cuyo-, que interroga el tema de la violencia.

Es un gusto encontrarnos con su obra y la posibilidad de entrevistarlo:

– Animales Sueltos es el nombre que usted eligió para este dibujo. La figura del lobo nos remitió a Thomas Hobbes, quien en 1651 acuñara la frase «el hombre es el lobo para el hombre», referido a un supuesto estado natural primigenio en el ser humano. Usted dice: animales-sueltos. ¿Considera que su dibujo es hobessiano, que está en consonancia con ese aserto?

– Si bien no trabajé pensando en la frase de Hobbes, puede decirse que el dibujo encuadra de alguna manera en ella.

– En una entrevista que le hicieran anteriormente, usted refiere que su campo de pruebas como artista gráfico lo halló en el trabajo que realizara en diarios y revistas: allí entraba en contacto con el mundo real. Hoy esa certeza se diluye. Más bien, dice usted, encuentra lo real en Franz Kafka, Melville, Roberto Arlt. ¿Qué implica dicho desplazamiento? ¿Qué incidencia tiene esto en su labor de artista?

– Esos dichos son en parte, un cuestionamiento a gran parte del periodismo actual, donde los hechos se tuercen, se manipulan, se ocultan o se tergiversan de acuerdo con las necesidades del poder económico que los dirige. Por lo que siento más real toda literatura que, a pesar de ser ficción, está contando una realidad que nos pertenece. Es auténtica, o como alguna vez dijo Shakespeare: «los artistas dicen con mentiras verdades y los políticos dicen con verdades, mentiras».

– Usted dice reconocerse como dark; lo ha dicho a propósito de una versión suya de «El Jardín de las Delicias» de El Bosco. ¿Nos podría hablar acerca de esa impronta en su estilo?

– Cuando digo dark, me estoy refiriendo a ciertos oscuros humores que tiñen mis dibujos, que tal vez se alimentan en el humor negro. Cuando hacía humor, en mis comienzos, cuando trabajaba de «humorista» me gustaba un grupo de humoristas españoles que me influenciaron en su visión del mundo. Ellos practicaban un humor oscuro, por momentos, sarcástico.

– Particularmente, nos gustaría conocer algún detalle de su proceso creativo.
¿Cómo llega al dibujo que plasma noticias violentas de nuestro día a día?

– Creo que así como un matemático piensa con números, un escritor lo hace con palabras, o un músico, con sonidos, yo lo hago con imágenes. Antes que nada, abordo el papel blanco: es lo primero. Puede ser con una mancha, una figura, todo esto antes de tener clara la idea, la cual comienza a aparecer mientras trabajo. Al principio es una sensación, algo que me conmueve. Puede ser la boca de un perro, una rama torcida o un simple trazo con la pluma. A medida que la idea empieza a aparecer, voy llevando toda la forma a ese lugar, intentando que sea lo más clara posible. Es probable que haga tres o cuatro versiones del mismo, buscando siempre esa especie de síntesis, de que la cosa se comprenda casi como un cross a la mandíbula, diría Arlt.

– Por último, ¿considera usted que realiza un trabajo, una intervención sobre estos fenómenos, al modo de lo que podríamos ubicar como tratamiento de los mismos en el proceso artístico? ¿Cuál es su mirada acerca del trabajo del artista en relación con estos temas?

– A la palabra arte la tomo con pinzas: ha sido tan usada que siento que perdió el filo.
Creo que todos vivimos sumergidos en un discurso que estaba ya desde que tuvimos conciencia. Cómo nos adaptamos o no, a él es lo que produce el llamado hecho artístico. Yo, particularmente, lo vivo como una rebelión. No quiero expresar con esto que niego todas las otras posibilidades. Hoy creo que la frivolidad ocupa un lugar importante en la cultura humana: el éxito, el dinero, el pasatiempo son valores que pesan y tiñen en parte el producto cultural.