ADOLESCENTES: ¿UN LAZO SOCIAL NUEVO?

por Damasia Amadeo de Freda
AP EOL-AMP
AE 2019-2022
Buenos Aires

La pandemia que impacta en el mundo trajo consigo modificaciones cuyas consecuencias no conocemos aún.

Como todas las franjas etarias, los adolescentes vieron afectadas sus vidas en muchos niveles: el estudio, el encuentro con los pares, el amor, la sexualidad, las actividades recreativas, los deportes, las salidas nocturnas, son algunos de los aspectos cotidianos que resultaron perturbados por el distanciamiento social debido a la pandemia.

Frente al advenimiento de este real, se impone una pregunta: la distancia social, como medida de prevención del virus, ¿protege de la inoculación de otro virus?, uno que avanza en contrapartida y a ritmo sostenido, modificando el lazo social, que, tal como Freud lo había vaticinado con el suyo, podría diseminarse por todas partes para terminar por imponer su forma. Nos referimos a la instalación masiva de la tecnología digital, y a sus consecuencias.

Pero antes de adentrarnos en el tema, retrotraigámonos a la importancia que Freud le había dado al lazo social presencial en los adolescentes de su época. Habiendo considerado esta etapa de la vida como un momento de pasaje, Freud advirtió la importancia de la escuela como un espacio insoslayable para hacer el tránsito a la adultez. La relación entre pares y el vínculo con profesores -estos últimos sucedáneos del padre y por lo tanto orientadores en la búsqueda de intereses nuevos- enriquecía los intercambios, al mismo tiempo que les aportaba herramientas en pos de su emancipación futura, más allá del padre.

Debido a la pandemia, y de modo masivo, la educación y los lazos sociales pasaron de ser presenciales a virtuales. En lo que a la naturaleza de esta modificación se refiere, el adolescente actual es tal vez quien mejor capacitado está para asimilar el cambio. Familiarizado desde siempre con el mundo digital, una parte del estudio y del lazo social ya estaba configurado para ellos de ese modo. Los adolescentes navegan por internet a sus anchas y disponen de redes sociales diseñadas especialmente para uso exclusivo de ellos. Una parte de la vida social transita por esos canales y permanece inmodificable dentro de los mismos. Desde mucho antes de la pandemia, los jóvenes se contactan de manera cotidiana con pares de todas partes del mundo gracias a estas plataformas, abriéndoseles horizontes de mayor amplitud, dado que esta modalidad se suma a los encuentros presenciales dentro de los distintos ámbitos por los que transitan. Los lazos sociales virtuales que ellos tejen pueden ir desde contactos efímeros, intermitentes, hasta afianzamientos duraderos de todo tipo. Es una de las virtudes de lo virtual, podríamos decir, y los jóvenes lo tienen integrado a sus vidas cotidianas, extrayendo de este recurso beneficios indudables.

Ahora bien, junto con la pandemia, la tecnología avanza en todos los campos y no precisamente para añadir, sino para sustituir un modo por otro. Entonces, nos preguntamos si esta facilidad de los adolescentes con el mundo virtual no abonaría en ellos tal sustitución, dado que ésta viene a ofertarse como una preferencia: la realidad virtual en lugar de la realidad presencial.

Proponemos que la tecnología digital podría hallar tierra fértil en los adolescentes, precisamente porque en ellos -como ya lo había indicado Freud acerca de las consecuencias psíquicas que conlleva la metamorfosis de la pubertad- el cuerpo y sus avatares sexuales no dejan de indicarles el carácter perturbador intrínseco a esta relación.

La tecnología digital ofrece alternativas a este nivel: imaginariza el cuerpo, reduce el lenguaje, empaqueta la voz, enceguece la mirada, y el sujeto se aplana en los casilleros que le proporciona la pantalla.

Los hikikomoris de principio de siglo nos alertaban, porque considerábamos que el aislamiento que ellos elegían con el objeto técnico como único partenaire, rompía el lazo social. Ahora nos preguntamos si en realidad ellos no estarían anticipando con su síntoma el nacimiento en el mundo de un nuevo lazo social.